PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN POR LA PAZ
¿Qué es la paz?
“Entre los individuos, como entre las
naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” el indio benemérito de Guelatao Oaxaca,
Benito Juárez García.
La paz
se puede entender como un propósito, una finalidad, un estado deseable, algo
que hay que perseguir como condición para la vida plena, un derecho, un deber,
una tregua, un valor.
Actualmente,
en el orden internacional se ha acuñado un concepto más amplio e integral: en
septiembre de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la
Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, donde se define a
ésta como:
“El conjunto de valores, actitudes, tradiciones,
comportamientos y estilos de vida basados en el respeto a la vida, el fin de la
violencia y la promoción y práctica de la no violencia por medio de la
educación, el diálogo y la cooperación; el respeto pleno de los principios de
soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de
no injerencia en los asuntos internos; el respeto pleno y la promoción de los
derechos humanos y las libertades fundamentales que incluye la igualdad de
derechos y oportunidades de mujeres y hombres, el derecho a la libertad de
expresión, opinión e información; el compromiso con el arreglo pacífico de los
conflictos; los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y
protección del medio ambiente de las generaciones presentes y futuras; la
adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia,
solidaridad, cooperación, pluralismos, diversidad cultural, diálogo y
entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre naciones”
“no hay camino para la paz, la paz es el camino” Gandhi
Principios para la
construcción de paz:
ü Principio
de realidad: Construir la paz en el aula
requiere tiempo y esfuerzo, pero no más del que se emplea cada día lidiando y padeciendo
los conflictos que se presentan. Es por ello que la responsabilidad que tienen
los padres y madres de familia en la educación moral (en valores) de sus hijos
e hijas, así como los elementos sociales que influyen en las conductas.
ü Principio
de respeto a la dignidad: Pensar que la dignidad es el valor de nuestro ser
implica también reconocer que nos merecemos el respeto de todo aquello que
valoramos, como la vida, la libertad, nuestras ideas y opiniones, nuestra
familia, nuestro trabajo, nuestras pertenencias, nuestras creencias; es decir,
todo lo material y lo inmaterial que hace nuestra vida humana. Tratar con
dignidad implica reconocer que el conjunto de valores, necesidades y creencias
de los demás es tan importante como lo propio.
ü Principio
de autoridad: La autoridad es necesaria en la escuela y en el aula, pero
ésta debe ejercerse de manera responsable y con fines educativos. La educación
debe contribuir a que los seres humanos conquisten su derecho a ser personas y desarrollen
su capacidad para crear condiciones donde los derechos humanos sean una
realidad. Es necesario recuperar la centralidad de la persona.
ü Principio
de orden: La sociedad y la escuela requieren orden para su buen
funcionamiento. Las y los estudiantes y todas y todos necesitamos de límites;
no podemos hacer todo lo que se nos ocurra. Los límites y las reglas o normas
son necesarias
ü Principio
de aprendizaje: Aprender implica, romper una y otra vez
nuestros esquemas mentales, confrontar el pensamiento con la realidad y
desarrollar habilidades para solucionar problemas y por lo tanto una actitud de
apertura, de escucha y de diálogo con nosotros mismos y con las y los demás.
Esta concepción está centrada en la persona como resultado de una historia
sociocultural y constructora de la misma y de sí misma.
El
aprendizaje como proceso de incorporación de nociones, habilidades y actitudes
nuevas, moviliza a la o el alumno a la posibilidad de descubrir y asimilar
nuevos horizontes en donde encuentre sentido a lo que es, a lo que hace y al
mundo que lo rodea.
ü Principio
de respeto a la diversidad: El ambiente escolar no está exento de las
diferencias, y en muchas ocasiones es allí donde podemos experimentar la idea
de que el mundo no está hecho para nosotros o nosotras, o no pertenecemos a
este mundo debido a que nos enfrentamos a una serie de experiencias, ya sea nuevas
o que se acentúan, relativas a la violencia contra nuestra persona. (color de piel,
apodo, burlas)
ü Principio
de participación: Participar requiere la confianza: si la o el alumno más
tímido se manifiesta, no lo volverá a hacer si es objeto de burla. Las
exposiciones en equipo son buen ejemplo de esto; en ocasiones el equipo que expone
es prácticamente ignorado por el resto del grupo, pues se piensa que no son
dignos de escucha; sólo hay que escuchar a la o el profesor porque, además, de
lo que hable dependen los contenidos del examen. En la elaboración de las
normas se puede enfatizar a este respecto preguntándonos qué esperamos de las y
los demás cuando estamos hablando. Ser escuchados(as) con atención.
Algunas
frases y actitudes que desalientan la participación son:
• “¡Explícate mejor!”
• “Siempre dices tonterías”.
• “Tú no sabes del asunto, mejor cállate”.
• Poner cara de que lo que está diciendo la o
el otro es absurdo.
• Interrumpir la frase de alguien que está
hablando.
ü Principio
de diálogo y escucha: En el aula debemos generar un ambiente en donde las y los
alumnos sientan que pueden hablar con confianza porque van a ser respetadas sus
ideas; promover el diálogo entre profesores y alumnos, entre alumnos y entre
profesores repercutirá en un ambiente de respeto y en donde se podrá dar cauce
a los malos entendidos. Se sugiere dedicar de vez en cuando un tiempo
específico para dialogar sobre aquello que les interesa a las y los alumnos o
acerca de los problemas en el salón. Incorporar asambleas en nuestra aula y en
nuestra escuela propicia la democratización y la participación social.
ü Principio
de cooperación y negociación: En el aula el trabajo cooperativo debe
estar enfocado al desarrollo de las capacidades y talentos diversos; cada
alumna o alumno, a su modo, puede contribuir a lograr la meta común. La cooperación
ejercita la socialización, la confianza y la corresponsabilidad. En ocasiones,
un trabajo de grupo mal canalizado conlleva a que unos cuantos hagan todo el
trabajo y las y los demás sólo participen del logro y el reconocimiento, lo
cual conduce a conflictos.
ü Principio
de educación con perspectiva de género: El género constituye lo
femenino y lo masculino. Es una concepción que parte del cuerpo como
construcción material y simbólica, lo cual inevitablemente nos lleva a analizar
las relaciones que se establecen entre mujeres, entre hombres y mujeres y entre
hombres y explicar cómo y por qué suceden de esa manera y qué relación tienen
con la conformación estructural (social, política, económica, religiosa, legal,
etcétera).
Convivir en paz consiste en
aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y
apreciar a los demás, para vivir de forma pacífica y unida. Es un proceso
positivo, dinámico y participativo en que se promueve el diálogo y solución de
conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.
Comentarios
Publicar un comentario