INEQUIDAD Y DISCRIMINACIÓN: GÉNERO, RAZA Y CREDO

            La discriminación en México se extiende a tantos ámbitos como ha sido posible. Comienza desde el lenguaje: los chistes y burlas, pasa por las instituciones de educación, de salud, por la procuración de justicia (en donde se refuerza), y abarca también el ámbito laboral, la libertad de expresión y el acceso a los medios de comunicación, la simple apariencia y la vestimenta en la calle, la alimentación y, desde luego, toda la serie de costumbres y ritualizaciones sociales que se refuerzan en los espacios públicos, como los medios masivos de comunicación.

 

            Discriminación por Género.

            Es tratar de manera diferente a las personas por el solo hecho de pertenecer a un determinado sexo y en base a la función de roles que son aceptados socialmente.

Acción en la que un hombre o una mujer se encuentren en situación de desigualdad.

Nuestra Carta Magna en su artículo 1º párrafo quinto, habla sobre la discriminación, dichas líneas rezan expresamente lo siguiente: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. Motivo por el cual desde nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos nos prohíbe a los mexicanos el discriminar a cualquier persona.




            Discriminación por raza.

La discriminación por raza consiste en tratar a una persona de manera no favorable por ser de una determinada raza o por características personales asociadas con la raza (como la textura del cabello, el color de la piel o ciertas facciones). La discriminación por color consiste en tratar a una persona de manera no favorable por su tez (color de piel).

La discriminación por raza/color también puede hacer referencia a tratar a una persona de manera no favorable por estar casada (o asociada) con una persona de una raza o color en particular, o por la relación que tiene la persona con una organización o grupo basado en la raza, o con una organización o grupo que, generalmente, está asociado con personas de un determinado color.

 



 

 

 

 

 

 

 

 

Discriminación por credo

La discriminación por religión consiste en tratar a una persona de manera no favorable por sus creencias religiosas. La ley protege no solo a las personas que pertenecen a religiones tradicionales y organizadas, como el budismo, el cristianismo, el hinduismo, el islamismo y el judaísmo, sino también a otras personas que tienen sinceras creencias religiosas, éticas o morales.

La discriminación por religión también puede hacer referencia a tratar a una persona de manera diferente por estar casada (o asociada) con una persona de una religión en particular o por su relación con una organización o grupo religioso.




 

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